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Los desafíos para producir buen café en Panamá

José Antonio Gil Arias

jgil@anpanama.com - @JoseReportero

(Ciudad de Panamá - ANPanamá). El café panameño se ha dado a conocer al mundo a través de la variedad Geisha, lo que ha traído el interés de compradores asiáticos y europeos por conocer otras variedades de este producto panameño, sin embargo, su exportación, aunque es limitada, se ha visto afectada con la cotización en los mercados internacionales. Que hace que los productores prefieran vender localmente que exportar.

En el futuro del café panameño, tanto su producción como su comercialización y exportación, tienen constantes retos por atender.

César Araúz, productor miembro de la Asociación de Cafés Especiales de Panamá, se refirió a la perspectiva de precios de este producto indicando que la panorámica actual del mercado no muestra precios muy alentadores.  "A nivel internacional se toma como marco de referencia para la compra de cafés lavados lo que determine la bolsa de Nueva York.  En los últimos meses el precio del café ha estado cotizando entre los US$ 115,00 y US$ 125,00, más los diferenciales que se ofrecen dependiendo de la región y origen de café; que en algunos casos están en unos US$ 30,00 o US$ 40,00 sobre el precio de bolsa" por cada quintal de café, explicó el productor, quien añadió que a nivel nacional, sin existir los premios o diferenciales que se dan tomando en cuenta las regiones y orígenes del café, en su gran mayoría las empresas comercializadoras de café en Panamá, "han estado pagando el precio por quintal cereza en US$ 140,00 y US$ 150,00".

La exportación del café panameño de 2015 se redujo prácticamente en un 50% con respecto a 2014, influenciada principalmente en los bajos precios internacionales de ese producto. Algunas voces justifican la caída de los precios a un mercado especulativo, mientras que por otro lado se argumenta que es parte de la desaceleración económica mundial.

Araúz sostiene que la actual situación de los mercados obliga a los productores panameños a manejar la parte agronómica, procesamiento, almacenamiento y control de calidad bajo el esquema de microempresa. "Si ya de antemano sabemos que contamos con un café especial; el mismo no se obtiene por sí solo; sino teniendo las herramientas adecuadas para llegar a producir lo que muchos otros caficultores han logrado en Panamá con este producto.  Mantener una muy buena trazabilidad conllevará no solo a convencer a los compradores de adquirir tu producto sino de pagar el mismo por lo que  vale", indicó.

Otra de las razones de la disminución en la producción tiene que ver con la menor área de sembradíos, según sostiene Roberto Brenes, empresario vinculado al sector de café de tipo especial. En su opinión, en las áreas donde tradicionalmente se cultiva el café en Panamá, las tierras están tomando valor para el uso turístico y construcción de viviendas para jubilados. "Alguien que puede vender una finca que tiene a US$10 o US$15 por metro cuadrado, en vez de tenerla en producción, probablemente es mejor negocio vender y hacer algo más con ese dinero que seguir produciendo café. Además se refirió a la disminución del precio del café en los mercados internacionales. "Tenemos una desaceleración en la economía mundial, y el café no es un producto de primera necesidad, así que siempre hay disminuciones de consumo" dijo.

Pero los retos del sector caficultor no se limitan a la situación del mercado. El control de hongos como la roya y otras amenazas de parásitos en las plantaciones como el barrenador, gorgojo o  “broca del café”, constituyen una actividad que no cesa en las fincas con el uso de distintos métodos tanto químicos, como biológicos para controlas las plagas. Adicionalmente las prácticas agronómicas buscan sustituir las especies por variedades cada vez más resistentes.

Brenda Alvarado, vocera de la Hacienda Esmeralda, indicó que en el caso de la roya "no se puede decir que es un problema superado".

"Aún cuando existan plantas que son resistentes a la roya, presentan otros problemas. Ejemplo de esto son la variedad Geisha y Catimor. El Geisha es una variedad con mucha resistencia a la roya, pero es una planta de bajo rendimiento. La variedad Colombia o Catimor resiste la roya pero presenta muy baja calidad en la taza y es susceptible a otros hongos. En general, no existen buenos fungicidas para atacar la roya, los que hay en el mercado son marginalmente útiles, costosos y requieren aplicación frecuente" señaló Alvarado.

A lo que Brenes agrega que no todos los productores han tenido posibilidad económica para fumigar y atender apropiadamente las fincas. Ante esta realidad, el representante de la marca de café geisha Auromar considera que el Gobierno debe ayudar a promover mejores créditos, de más largo plazo porque en la agricultura no todos los años te va bien.

 “Debe haber una política que, en años que no son tan buenos, no haya una visión totalmente mercantilista de cobrar los préstamos porque eso descapitaliza a los cafetaleros" dijo Brenes en declaraciones ofrecidas a ANPanamá.

Otro de los desafíos que identifica por su parte Araúz, más allá del control de plagas y hongos con el fin de mantener la calidad, es una nueva cultura en Panamá para el consumo de café. "El panameño es un consumidor de café por excelencia, sin embargo por algo estrictamente cultural diría yo no se ha acostumbrado a pagar grandes cantidades de dinero por degustar un buen café, como si lo hace por una buena champagne, un buen Whiskey o un buen vino, pues el mercado de cafés especiales en Panamá, es relativamente nuevo". En su opinión, la instalación de establecimientos especializados en el país, con un nuevo concepto de cafés especiales, " va a cambiar radicalmente la forma de tomar café de los panameños".

Por su parte la portavoz de Hacienda Esmeralda indicó que a diferencia de años anteriores, la producción de café está caminando hacia la especialización. "Existe mucho más interés en los conceptos de calidad e innovación.  La fundación de asociaciones como la Specialty Coffee Association of Panama (SCAP) ha marcado el inicio de la promoción del café panameño en el mundo del café especial y hoy en día, son muchos los productores que comparten la pasión de producir café de alta calidad" indicó. 

Al ser consultado sobre la instalación en Panamá de nuevas franquicias internacionales dedicadas a la venta de café, Roberto Brenes considera que esto es muy positivo porque permite que el panameño tome un mejor café. Comparó el consumo per cápita de Panamá con Costa Rica y explicó que si se logra incentivar el consumo para equipararlo al consumo costarricense, duplica la producción de café en el país y "puede crear una base en el mercado local que catapulte la exportación".