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¿Se debe regular el Bitcoin?

Juan Manuel Martans para ANPanamá

(Ciudad de Panamá-ANPanamá). Las Criptomonedas son tipos de monedas digitales distintos al tradicional papel moneda, que utilizan un cifrado digital en sus operaciones, que solo existe en la web y que su generación y almacenamiento es puramente digital, por lo que evidentemente estas monedas no pueden ser adquiridas ni resguardadas fuera de la Internet, requiriéndose una billetera o chequera digital donde se almacene el crédito de cada uno de los titulares de estas monedas. Dentro de la gama de monedas digitales encontramos una muy mencionada: el Bitcoin, la cual podemos definir como una red consensuada que permite un nuevo sistema de pago descentralizado entre pares y sin banco central o intermediarios.

Entonces la primera pregunta que se nos viene a la cabeza es quién controla el Bitcoin. La respuesta es nadie en especial. La controlan miles de usuarios en el mundo, la libre oferta y demanda de la moneda y de cierta forma los programadores de software que se utilizan para intercambiar esta moneda, por tanto, Bitcoin sólo puede funcionar si hay consenso entre todos los usuarios de la moneda, por ello se considera que todos los usuarios y programadores tienen un gran incentivo en proteger dicho consenso.

El  Bitcoin tiene valor porque es útil como moneda. Tiene las características del dinero (durabilidad, portabilidad, fungibilidad, escasez y divisibilidad), pero basado en propiedades matemáticas y no en propiedades físicas (como el oro y la plata) o en la confianza en bancos centrales. Por ello, su valor radica en la confianza y adopción como medio de pago de parte de los usuarios.

 

Desde la perspectiva del usuario final Bitcoin es una aplicación tecnológica que provee una billetera o chequera virtual personal que permite al usuario enviar y recibir Bitcoins con un nivel aceptable de privacidad para pagar online y en tiendas físicas como cualquier otra moneda. Es tan sencillo hacer un pago entre pares mediante Bitcoin que el comprador y vendedor solo deben acceder a su aplicación en su computadora o celular introduciendo la dirección del destinatario, el importe a pagar y enviar, o incluso sólo escaneando un código QR o juntando dos teléfonos con tecnología NFC.

Detrás de todo esto hay toda una red que comparte una contabilidad pública llamada "blockchain" que lleva el control de cada transacción procesada, permitiendo verificar la validez de cada transacción. La autenticidad de cada transacción está protegida por firmas digitales correspondientes a las direcciones de envío, permitiendo a todos los usuarios tener control total al enviar Bitcoins desde sus direcciones Bitcoin. Los saldos están resguardados en una inmensa red y es casi imposible alterarlos de forma fraudulentamente o desaparecerlos de la red aun cuando son virtuales, permitiendo a los usuarios mantener un férreo control sobre sus fondos. Además de todo esto, cualquiera de nosotros puede procesar una transacción mediante un hardware especializado y conseguir una recompensa en Bitcoins por este servicio. Esto es comúnmente llamado minería.

Lo cierto es que en la actualidad el Bitcoin está tomando cada vez mayor relevancia como medio de pago, cada día hay más usuarios y establecimientos comerciales que aceptan el Bitcoin, lo que nos hace pensar que este medio de pago va encaminado a revolucionar el tradicional medio de pago papel moneda emitido por bancos centrales. Su precio US Dollar (BTC/USD) a noviembre de 2017 ronda los US$10,258, la cantidad circulante de 16.7 millones de monedas y un volumen intercambiado de US$3,493,266,403.

Sin embargo, todavía hay muchas preguntas e interrogantes que nos hacemos y que de una u otra forma deben ser resueltas para que el Bitcoin llegue algún día a sustituir el papel moneda. Desde el punto de vista legal si se requiere de parte del Estado regular esta o cualquier otra moneda digital, o si se deja a la libre oferta y demanda de los usuarios, si se deben emitir reglas de protección al consumidor, cómo tributaría esta moneda o sobre su uso para costear actividades ilícitas; desde el punto de vista tecnológico si el Bitcoin es vulnerable a la computación cuántica o si es posible hackearlo; o desde el punto de vista económico si esta moneda puede crear burbujas especulativas, inflación-deflación, desestabilización o volatilidad excesiva en los mercados.  

El autor es consultor y ex superintendente de Valores de Panamá

Las opiniones emitidas en el artículo sosn exclusivas del autor.