El desafío de Panamá para convertirse en un hub de comercio electrónico
(Ciudad de Panamá-ANPanamá) Panamá tiene un desafío de atención inmediata, desarrollar conocimiento y ultimar detalles para convertirse en un exitoso hub de comercio electrónico para América, porque tiene ventajas comparativas por encima de México o Brasil, que si no las aprovecha lo va a lamentar.
El estudio “E-commerce en Latino América y el rol de Panamá como hub regional para comercio electrónico” así lo advierte, y es un trabajo conjunto elaborado entre el Centro Global de Excelencia del Ministerio de Comercio e Industrias (MICI) y la multinacional alemana de logística y mensajería DHL.
Mike Parra, presidente ejecutivo de DHL Express Americas, expuso a una veintena de periodistas latinoamericanos los resultados de ese estudio en la sede de la empresa en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, y lo primero que salta a la vista es que China es el punto de referencia para “no inventar la rueda”, sino emularlo y adaptar los avances de los asiáticos a la idiosincrasia panameña. JD.COM, la primera bodega sin humanos y la zona franca Hangzhou, especializada en comercio electrónico, son los referentes.
El comercio electrónico es un segmento de rápido crecimiento de la economía y, aunque todavía no está tan desarrollado en América Latina, promete un crecimiento impresionante en los próximos años, explica el documento; de hecho, Vanya Dimitrova, vicepresidente de Desarrollo del sector de auto-movilidad y comercio electrónico global de la firma alemana, reconoció que es apenas el 2 por ciento del total del comercio, pero ese es un guarismo que no refleja el ímpetu que se prevé.
“Existen algunas piedras angulares que impulsan el crecimiento, a saber, la creciente prevalencia de teléfonos inteligentes y planes de datos móviles, el establecimiento de opciones de pago localizadas (por ejemplo, menos del 20% de los hogares tienen tarjetas de crédito) y la mejora de la disponibilidad de productos”, añade el informe.
Especifica que “la logística es un elemento clave que permite el crecimiento en el comercio electrónico y todavía hay varios desafíos relacionados con la aduana, la entrega de última milla y los retornos que deben resolverse para permitir un crecimiento aún más rápido en el comercio electrónico en la región”. Brasil (17%), México (25), Colombia (21), Chile (27) y Perú (38%) iban a la cabeza en esta carrera en 2018.
Parra refrendó que esa realidad latinoamericana también incluye a Panamá, que tiene ventajas, como los siete cables de fibra óptica que cruzan el país, o que hay más líneas de teléfono celular que pobladores, casi 2 por 1, cada vez más teléfonos inteligentes, tiene al menos tres zonas francas preparadas, el canal interoceánico, los aeropuertos internacionales, puertos y el ferrocarril, lo que lo coloca con mejor perspectiva para ser el hub de América frente a gigantes como México o Brasil.
Pero, Panamá tiene que mejorar en las regulaciones y aduanas (el proceso es más caro, lento y engorroso para los individuos en comparación de entre empresas) para poder posicionarse en la región, sobretodo facilitar las exportaciones y aprovechar las reglas de intercambio con sus vecinos latinoamericanos con los que tiene tratados de libre comercio. El punto clave es que los consumidores reciban lo más rápido posible el producto que adquieren vía comercio electrónico (B2C).
En el centro está el consumidor final, y las marcas y minoristas que pueden conectarse emocionalmente con el consumidor final tienen el poder de tener éxito en un complejo mundo omnicanal. Allí entra un desafío para las empresas logísticas, mas dadas al comercio entre empresas (B2B), tienen que desarrollar el B2C, ya sea importando mano de obra calificada o atraer compañías más desarrolladas en esa experiencia del consumidor, recomienda el estudio.
Los mercados de comercio electrónico como Amazon y Alibaba, o en el caso de América Latina, MercadoLibre, a menudo son los que allanan el camino para el comercio electrónico al facilitar a los consumidores finales y vendedores realizar transacciones en línea, al respecto, Parra comentó que ellos son clientes de DHL Express, aunque no descarta que en un futuro sean “competidores”.
Pero, detalló, ninguno de ellos “tiene acceso a más de 200 países como DHL, ni un trabajo estrecho con las aduanas en cada país, lo que le da (a su firma) una ventaja a la hora de brindar el servicio 24/7”.
Los 3PV (proveedores externos) permiten que las tecnologías vinculen varios aspectos de la venta en línea, mientras que las redes sociales se vuelven cada vez más importantes para influir en las decisiones de compra, especifica el documento.
Todavía hay algunos desafíos para la logística en el comercio electrónico, también indicado por el hecho de que las compras en línea de bienes no físicos están creciendo aproximadamente 2 veces más rápido.
La entrega de última milla también puede ser un desafío debido a la congestión vehicular, las preocupaciones de seguridad y la falta de una enumeración de direcciones adecuada.
Por último, pero no menos importante, las devoluciones son un desafío para los minoristas, advierte DHL.
“Encontrar una solución de devolución efectiva (a menudo transfronteriza) que mantenga a los clientes leales sin ejercer una presión extrema sobre los costos es un desafío logístico clave en América Latina”, sentencia.
Panamá ya cuenta con algunos de esos elementos, como las Zonas de Libre Comercio de Colón, Panamá Pacífico, la futura de Tocumen y una buena infraestructura logística, reconoce.
“La perspectiva de Panamá como centro de comercio electrónico para mercados claves en
América Latina es muy positiva a pesar de los retos que posee. Atraer a las compañías adecuadas para establecer operaciones en el país (vendedores en línea) y tratar de potenciar las capacidades que actualmente es escaza (manejo de retornos), puede ofrecer oportunidades de crecimiento”, especifica el documento.