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Empresarios en alerta por las carencias de Panamá para enfrentar la era digital en el trabajo

(Ciudad de Panamá-ANPanamá) Los empresarios en Panamá expresaron su preocupación por las carencias que el país tiene para enfrentar los cambios en el trabajo producto del “tsunami” que representa la era digital, aunque también admitieron que la iniciativa privada invierte muy poco en la capacitación de sus colaboradores y que el Estado mantiene leyes que se han quedado en el pasado y resultan un obstáculo para la adecuación a las nuevas realidades.

La Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (APEDE), realizó su Foro de Actualización Ejecutiva con el tema: El Futuro del trabajo, espacio que se enfocó en  las tendencias a nivel global, la carencia de habilidades a diferentes niveles (digitales, técnicas y blandas) y la importancia de alinear las competencias con la era en que vivimos y con la transformación digital.

Apenas 8 por ciento de los empleadores invierte en la capacitación de su personal, señaló Waldo Tapia, especialista sénior del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), mientras en la vecina Costa Rica el 40 por ciento de la patronal lo hace, y en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el 56 por ciento de la iniciativa privada desarrolla la formación en el trabajo.

Y eso se da a pesar que el 36 por ciento no encuentra mano de obra adecuada, según un estudio de la trasnacional de recursos humanos Manpower.

“La cuarta revolución industrial llegó para quedarse, avanza a un ritmo supersónico y nuestra capacidad de adaptación es limitada”, señaló Tapia, quien dijo que el 85 por ciento trabajará en ocupaciones que todavía no existen. “Hay una oportunidad en una amenaza”, anotó.

El experto dijo que, según un estudio de la OCDE, el 50 por ciento de trabajadores está en ocupaciones que ya pueden ser remplazadas por las nuevas tecnologías y robots. En Panamá –acotó- el 65 por ciento de los trabajadores está en ocupaciones que pueden ser automatizadas, para disminuir costos de producción.

Para 2030 al menos 375 millones de trabajadores deberán cambiar sus habilidades porque serán desplazados por la automatización, y a ello hay que agregar que, en el caso de Panamá, la población con 60 años, que era el 12 por ciento del total en 2015, para 2050 crecerá hasta ocupar el 22 por ciento, lo que “va a impactar en las ocupaciones y el mercado laboral, es “un glaciar en movimiento”.

Tapia destacó que uno de cada tres empleadores en el país tiene problemas para encontrar la mano de obra requerida.  Además citó el Índice de Competitividad Global, en el que Panamá obtuvo la posición 66 entre 141 economías y se mantiene en el renglón 7 de Latinoamérica. 

La presidenta de APEDE, Mercedes Eleta de Brenes, clamó por adecuar las competencias, marco regulatorio laboral y social para hacer frente a estas nuevas realidades. “Hay que desarrollar ese talento para tener un mayor impacto. Panamá sigue decreciendo, hemos venido sistemáticamente perdiendo posiciones en los índices de competitividad que necesitamos atender. Uno de los factores críticos es la educación y de eso se trata este foro”, explicó.

“Tuvimos crecimiento económico, pero eso no es desarrollo sostenible en el tiempo”, indicó Eleta, quien dijo que el país acumuló capital físico y necesita “acumular capital humano” para avanzar.

Ignacio Casillas, director regional Caribe y Centro América de ManpowerGroup, señaló que el talento ya no se mide por lo que sabemos, sino por la capacidad que tenemos para aprender porque ese es el verdadero trabajo del futuro.

“Nos volvemos obsoletos ante la velocidad de los cambios, que ha causado una perdida en la capacidad de análisis”, sostuvo y advirtió que, según estudios de esa firma, el 85 por ciento de los trabajadores está obligado a recapacitarse y el 65 por ciento de los puestos de trabajo para el futuro “no existen todavía”, anotó.

Casillas indicó que hoy es obligatorio que todos los trabajadores estén capacitados en ciberseguridad, además recordó que en el mundo el 48 por ciento de los empresarios no encuentra fuerza laboral para llenar sus vacantes.

Ante ese panorama laboral, con características “apocalípticas”, la propuesta de los panelistas es invertir en crear nuevas ocupaciones, adquirir talento para la empresa o tomarlo “prestado” de otros países y construir puentes de cooperación para ayudar a los trabajadores que deban reinventarse.

Se necesita “aprender, desaprender y reaprender”, citó, porque ahora la definición “no es la edad, es la actitud” ante el cambiante mundo laboral.

La presidenta de la Asociación de Universidades Privadas de Panamá, Adriana Angarita, abogó porque se establezca una conexión permanente entre el sector productivo y la universidad, al tiempo que advirtió que la educación digital empieza desde la primera infancia y  también clamo porque en el país se acabe “la inflexibilidad” de las leyes que regulan la educación y “romper barreras para gestionar el cambio”.

También se expusieron experiencias innovadoras exitosas en Panamá y como lo hacen empresas tradicionales, pero todos concluyeron en que la disponibilidad al cambio y  la colaboración son fundamentales para afrontar las nuevas realidades del mundo disruptivo del trabajo.