La innovación tiene su cita en Panamá
En todo es necesaria, no se salva nada y todos deben tomarla en cuenta, porque la innovación es una de las capacidades humanas que permiten resolver dilemas, crear nuevos procedimientos y herramientas, y hasta en el fútbol nos ayuda!
Innovación, del latín innovatio, -ōnis, significa según el diccionario de la Real Academia Española “Acción y efecto de innovar.Creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado”, claro que en los tiempos actuales esa aptitud se ha extendido a todos los ámbitos de la actividad humana, pero siempre ha existido, sino, como un primitivo hombre de las cavernas ideó la rueda o descubrió el fuego, es innata a la capacidad de curiosidad y observación.
En estos tiempos de ciberterrorismo o pinchadera de telecomunicaciones, tiene su espacio altamente demandados para que los creadores o disruptores se ganen la vida, de hecho para 2022 hará falta en el planeta al menos un millón de expertos en ciberseguridad, de acuerdo con datos suministrados por el experto regional de GBM Ricardo Azofeifa, quien presentó la nueva herramienta Watson, que nos recuerda al investigador asistente de Sherlok Holmes, y es como la división blindada en ciberseguridad para detener la avanzada de los cibercriminales.
Innovación también se requiere de maestros y profesores, que trabajan con las uñas en muchos lugares del país, para sacar a los estudiantes de esa pésima evaluación en comprensión de lectura que arrojan las diversas pruebas de medición internacionales que ponen al país a la cola.
Es un desafío enorme para el país y si se quiere superar, se requiere de todas las mentes creativas para acortar esa brecha que lo descarrila del desarrollo sostenible y no se olvide que en muy pocos años se va a requerir en Panamá al menos 250.000 trabajadores con nuevas habilidades para los sectores pilares de la economía: turismo, logística, industria y agro.
También hace falta en los deportes, tradicionalmente con limitados recursos, para hacer frente a los compromisos internacionales, como las Olimpiadas de Tokio de julio próximo, los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2022 y la clasificación al Mundial Catar el mismo año.
Particularmente virulenta ha sido la semana contra el seleccionado nacional de fútbol que cayó goleado 0-3 ante México y clasificó de carambola a la Copa Oro porque los mexicanos vencieron 2-1 a Bermudas, pero la chispa ya está prendida contra el actual entrenador, el argentino Tolo Gallegos, alentada por un grupo de jugadores, exjugadores y periodistas locales, pidiendo su cabeza y traer de vuelta al colombiano “Bolillo” Gómez, lo que más bien parece un retroceso.
Debería innovarse llamando nuevos jugadores, más jóvenes, pensando en el mundial 2026, pero mantener un proceso firme, lo que va a exigir mentes lúcidas, no vendedores de futbolistas sin apego a la camiseta y amantes del billete verde, para sacar al balompié adelante.
Y de allí pasamos al ámbito empresarial, llamado a lucirse en su decimocuarta premiación a la innovación, en donde se espera soluciones creativas acorde a los tiempos que vivimos, que ayuden al desarrollo, la productividad y la competitividad, pero a la vez que ahorren costos y sean conscientes que deben repartir aún más de esa abundancia, para sostener una sociedad que ya lleva la vida diaria polarizada y estresada por la política.
Crear para crecer, diseñar para aligerar, innovar para competir debe ser el compromiso de todos ante un mundo que marcha aceleradamente a la digitalización y con un clic nos dará “next” sino estamos a la altura del desafío, sea político, económico o deportivo.