Antes del IVM, la economía
Mejorar la Ley 51 de la CSS es una de las metas trazadas por el presidente de la república desde su campaña electoral. Y todo indica que esta meta podrá resolverla antes de final de año. No nos vamos a encontrar con una ley perfecta, ya que hay muchos intereses políticos de por medio, y eso lo entiendo, aunque no lo comparta, pero lo que sí tenemos que aceptar todos es que el estado se tiene que meter la mano en el bolsillo, es decir, ¡que nos va a tocar el bolsillo a todos!
Yo había propuesto un apoyo del estado con fechas de vencimiento, ya que soy de la opinión que la única manera de hacer sostenible un sistema de pensiones, es que sea individual y dependa de los aportes y el tiempo en que se hagan los mismos. De manera que el monto de su pensión por jubilación, recaiga el peso en el individuo y no en el estado.
Al hacer esto, los aportes de US$$1,000MM mínimo que hay que hacer tendrían una fecha máxima, y de allí, el estado solo se tendría que encargarse de los que no cotizan y son vulnerables con su programa de US$120 a los 65, que ahora sube a US$144 con el nuevo proyecto de ley. Pero necesitamos una economía robusta para que esto se pueda dar, ya que, si no, entonces, entramos en otro tipo de problemas más agudos.
El segundo trimestre del 2024 trajo como resultado un mejoramiento en el crecimiento de la economía por medio del PIB, al crecer 2.5% en comparación con el 1.8% de 1Q, y que resulta en un crecimiento del 2.2% en el primer semestre. El primer semestre del año se caracterizó por la campaña electoral, y el destape de una serie de anomalías por parte de la gestión anterior. Desconfianza, descontento, decepción, y hasta algo de rabia, es el sentimiento que agobia a la mayoría de los panameños en este proceso, pero el cambio de gobierno en un país, siempre trae esperanza, la cual se tiene que probar en un plazo de 100 días por las acciones del nuevo presidente.
Y aun cuando los primeros días no han sido perfectos, si tengo que aceptar que, si han sido esperanzadores, y hasta los mercados financieros internacionales lo han visto de la misma manera. 2024 no va a ser un gran año, pero sí creo que lo podemos salvar de un crecimiento de sólo el 2% que se preveía por muchos escépticos al finalizar el 2023, y que ha ido mejorando poco a poco, aun cuando falta mucho por hacer.
Los sectores de la economía que más crecen son Hoteles y Restaurantes, que en segundo trimestre crece 10.3% (13.3% en el 1Q), inmobiliarias crece 9.1% en el 2Q (8.5% en el 1Q), actividades financieras un 8.5% (7.6% en el 1Q), y construcción 6.7% (6.5% en el 1Q). El problema con el crecimiento del PIB es que los dos sectores más grandes de la economía, Comercio y Transporte, solo crecen 4.6% (2.3% en el 1Q) y 2.9% (tan solo un 0.8% en el 1Q).
Por lo anterior, los sectores que más contribuyeron al crecimiento del PIB en ambos trimestres fueron el de la construcción 0.87% (1.31% en el 1Q), 0.83% en el sector comercio (0.44% en el 1Q), 0.80% en el sector inmobiliario (0.57% en el 1Q) y el sector financiero con 0.57% (0.44% en el 1Q). El sector de hoteles y restaurantes (Turismo), que es el sector que más crece, no es el que más contribuye, ya que sus números todavía no son tan altos en el PIB y su contribución fue de solo 0.20% (0.22% en el 1Q) y el sector transporte tan solo aporta 0.38% en el 2Q, subiendo de 0.09% en el 1Q.
El futuro es más halagador para el sector Transporte, ya que la sequía causada por el fenómeno del Niño que había bajado los niveles de los lagos, empezó a ceder en el segundo trimestre del 2024, y la ACP permitió aumentar el calado de los barcos que pasan por el Canal, por lo que los tránsitos y los peajes pueden volver a la realidad y pudiéramos cerrar con un crecimiento mayor en el sector transporte, y así aumentar el crecimiento del PIB total.
Pero interesante va a ser también ver crecer el sector turismo, para que realmente pueda contribuir con más fuerza al crecimiento del PIB total. Mientras tanto, el sector comercio que venía creciendo por encima del 10% los años anteriores, ha bajado su crecimiento ya que la Zona Libre de Colón ha bajado significativamente su movimiento, decreciendo contra el año pasado, mientras que el comercio al por menor ha crecido, pero solo lo suficiente para cubrir el decrecimiento de la ZLC.
Por lo anterior, estamos proyectando que el PIB del 2024 pueda crecer un 4% al final del año, un crecimiento más decente de lo que estamos experimentando en este momento, y que nos permite cubrir los US$2,500MM en PIB que representaba la mina, por lo menos, en un año. Tampoco podremos llegar a un PIB a precios corrientes de US$90,000 millones, todavía, por lo que llegar a los US$100,000 nos tomará hasta el 2026.
Donde seguiremos creciendo consistentemente será el sector financiero, que todavía puede crecer mucho más, a un 10% por lo menos, mientras que el consumo de la población nos puede llevar a incrementar los crecimientos del sector inmobiliario y del comercio al por menor.
El segundo semestre de cualquier año, siempre es mejor, sobre todo en un país tan consumista como lo es Panamá para final de año. Y esto es lo que va a salvar el año, como siempre de manera que lleguemos a crecer un 4%, empezando por la activación de los tránsitos por el canal de Panamá, los cuales ya están como en años anteriores, al empezar la temporada de lluvia. También vamos a seguir creciendo en el sector turismo y en la agricultura, aún cuando estos dos sectores todavía no tienen el tamaño correcto para mover realmente la economía.
Prevemos que el sector comercio, tanto en la ZLC como al por menor tengan mejoras y crecimientos significativos, y estos si mueven el crecimiento de la economía. Y de la misma forma se prevé que el sector inmobiliario siga creciendo con el mejoramiento de la economía.
Lamentablemente, todavía no tenemos cifras de desempleo, desde agosto del 2023, cuando marcamos un 7.4% de desempleo. Sin embargo, no hemos visto ningún cambio macroeconómico, que nos indique que hay un cambio sustancial en este número, especialmente si no hemos vuelto a obtener los niveles de IED que teníamos antes de la pandemia y que prácticamente llegaban a un 10% del PIB en ese momento, aun cuando estamos mostrando algo de crecimiento, aunque sea mínimo, con respecto a los años anteriores.
Por otro lado, para el último trimestre del año, empezamos la discusión de los cambios a la Ley de la Caja de Seguro Social, que podría traer algo de disturbios, ya que habrán de tomar medidas no muy populares para arreglar el Fondo de Invalidez, vejez y Muerte, para que el mismo salga del déficit en que se encuentra en este momento, y que esperamos salga definitivamente.
El otro componente macroeconómico que mide cómo va nuestra economía es la inflación, y aquí hemos sacado una mejor nota, de alguna manera u otra. El índice de Precios al Consumidor muestra un acumulado de 1% al mes de septiembre del 2024, por lo que vemos muy difícil que el mismo llegue a un acumulado del 2% al final del año.
Los precios del sector turismo son los que más se han visto afectados con un aumento del 2.5%, cónsono con el excelente crecimiento de la industria, mientras que el sector transporte, encabezado por el aumento del combustible, también refleja un aumento en sus precios del 2.5% (lo bueno es que este crecimiento se encuentra a la baja, más que nada por la baja en los precios del combustible en los últimos meses), así como el crecimiento del sector viviendo del 1.8%.
Mientras que el sector de prendas de vestir y calzado refleja un decrecimiento del 2.1%, seguido por el decrecimiento del 1.2% del sector comunicaciones, y el decrecimiento del 0.6% en los sectores de productos de muebles y artículos para el hogar y de los precios del sector recreación y cultura.
La deuda de nuestro país ha seguido creciendo, más que nada por el desbalance que ya traíamos del quinquenio anterior, el gasto por encima de lo que se podía hacer en el primer semestre del año, año de elección, y el déficit de US$5,000MM que ya venía contemplada en el presupuesto. Sin embargo, se han hecho algunos recortes de gastos, así como la falta de ejecución normal del mismo, y que puede resultar que el déficit no llegue a lo que estaba estimado en el presupuesto.
El problema con la deuda, es que el costo de la misma ha venido subiendo con la subida de los Fed Funds en los Estados Unidos y que llegó a estar por encima del 5%, y que se tradujo en unos intereses del 8%, ya que los mercados nos castigaron con un riesgo país de 300 bps en el peor momento del gobierno anterior. Con la llegada del nuevo gobierno, los mercados han cedido algo, pero necesitan que el país empiece a mostrar lo que se dijo cuando el presidente Mulino tomó la presidencia el 1 de julio. Aquí también el futuro se ve mejor, ya que los FF han bajado unos 754 bps, y se espera un comportamiento, mínimo similar para el otro año.
Aun cuando el presupuesto lo tuvieron que llevar a los US$30,000MM para poder satisfacer a un puñado de leyes y aumentos pactados anteriormente, no creemos que el mismo se pueda ejecutar ni en un 75% para el otro año, por lo que su déficit fiscal pueda estar rondando los US$2,500MM cuando mucho. También esperamos que los ingresos del estado empiecen a subir, y que los gastos continúen bajando.
El año 2024 va a terminar mucho mejor de lo que se anticipaba, con un crecimiento del PIB del 4%, un desempleo del 7% y una inflación del 2%, y esperando que la deuda del país no llegue a los $55,000MM. Este pudiera ser el preámbulo a un 2025 con mejores resultados, pudiendo crecer un 5% en el PIB, bajar el desempleo a un 6% y mantener la inflación en menos dos 2% (básicamente esperando que los precios del combustible no excedan los US$80/barril que es el rubro que más incide en la inflación del país), buscando una IED de por lo menos un 5% del PIB y no llegar la deuda a los US$57,500MM.