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Estudio revela que Panamá podría perder el 31% de su PIB si no ataca emisiones de dióxido de carbono

Nicomedes Frías G.

nfrias@anpanama.com

(Ciudad de Panamá-ANPanamá)  Panamá podría disminuir en un 31% su PIB per cápita, de no atender un inminente riesgo climático a largo plazo, es el escenario que proyectó para el 2050 el estudio Reimaginar Panamá, realizado por la consultora McKinsey Panamá.

La proyección que hace McKinsey calcula que para el 2050 la tonelada métrica equivalente de dióxido de carbono, pasaría de -10 en el 2017 a 14 MTCO2e impulsadas principalmente por la contaminación que generan el transporte, la industrias y las energías.

La situación ocasionará cruzar el umbral de 1.5 grados centígrados de calentamiento global lo que podría inducir a una devastación irreversible a nivel mundial y local.

A consecuencia, el estudio calcula los efectos negativos como el aumento de nivel del mar a un metro, un tercio de la tierra cultivable se perderá, pérdida de biomasa marina, zonas oceánicas muertas, alteración de ecosistemas enteros, migraciones climáticas, 

Los efectos impactarán principalmente a Panamá y a Centroamérica por ser consideradas regiones vulnerables a la humedad, calor y sequía.

A pesar de que las proyecciones para Panamá señalan una disminución del 31% del PIB de no combatir el calentamiento climático, los efectos impactarán mayormente a las economías de Colombia, Uruguay y Ecuador con una disminución de su PIB de  49%, 42% y 40% respectivamente para el 2050.

Ante esta proyección, “Reimaginar Panamá” de McKinsey Panamá también hace recomendaciones para evitar esta catástrofe climática, económica y alimentaria.  Como solución propone un compromiso de los países de reducir 5  MTCO2e anuales.  

McKinsey Panamá, establece que esta reducción de emisiones podría lograrse primeramente con la utilización de un 80% de energías renovables de la región, la reforestación, fomentar la monetización de la economía verde, crear un mercado de bonos voluntarios de carbono, desarrollar proyectos de captura de emisiones, así como la verificación de estándares y emisión de créditos. 

Ante este escenario la consultora también hace énfasis en que Panamá podría monetizar sus esfuerzos de conservación con la creación de un mercado de bonos voluntarios de carbono, que opere desde los ciudadanos, el campesino, mediana empresa hasta las grandes corporaciones.