Industria láctea en Panamá se prepara para reducción de aranceles y administración Trump
Leoncio V. Berrío M.
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(Ciudad de Panamá-ANPanamá) Samuel Vernaza, presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan), expresó su preocupación y destacó las medidas que se están tomando para enfrentar el futuro desgravamen arancelario, que iniciará en 2026 con la eliminación de aranceles sobre productos lácteos.
Esta preocupación surge con la llegada de la administración de Donald Trump en Estados Unidos, lo que hace que el sector lácteo panameño se enfrente a nuevos retos derivados de los acuerdos comerciales firmados entre ambos países hace más de una década.
Vernaza mencionó que la prioridad de la industria es asegurar que los productores nacionales estén debidamente capacitados para enfrentar la apertura de mercado que traerá consigo la eliminación de los aranceles.
"Estamos trabajando en la preparación de nuestros productores, hemos sostenido reuniones con funcionarios de la Embajada de Estados Unidos para buscar apoyo en capacitaciones que nos ayuden a enfrentar este desafío", dijo el presidente de la Anagan.
El representante del sector recordó que, desde la firma de los tratados en 2008 y 2009, se estableció una agenda complementaria para la competitividad que incluía un préstamo de US$100 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y un fideicomiso con el Banco Nacional de Panamá (BNP) por US$20 millones para financiar proyectos que prepararan a los productores.
Sin embargo, Vernaza lamentó que estos recursos nunca llegaron a los productores, debido a la falta de voluntad política de los gobiernos de turno, lo que dejó a muchos productores en una situación de vulnerabilidad.
"Las herramientas que se habían establecido no se implementaron correctamente, y los proyectos quedaron en el aire. Ahora nos toca recurrir a otros mecanismos, como los reglamentos técnicos y las medidas de salvaguardia, para proteger a nuestros productores de posibles impactos fitosanitarios o zoosanitarios", explicó.
Según Vernaza , el impacto de los tratados firmados hace más de 15 años sigue siendo un tema de discusión, y aunque estos acuerdos fueron inicialmente concebidos para beneficiar el comercio y la industria, la desproporción entre las economías de Panamá y Estados Unidos, plantea un desafío importante para los productores nacionales.
"Es difícil competir con la potencia productiva de Estados Unidos, pero tenemos que asegurarnos de que nuestros productores no abandonen el campo, ya que la soberanía alimentaria es una cuestión crucial, sobre todo a raíz de lo aprendido durante la pandemia", afirmó.
En este sentido, la industria láctea panameña está enfocada en garantizar la seguridad alimentaria del país, consciente de que la mayor amenaza es la falta de producción local, lo que podría generar una dependencia externa peligrosa para la nación.